Cómo conservar tomates frescos y listos para el uso
Nuestra vida en este tiempo es más acelerada y necesitamos que el tiempo alcance para todo. Cada día estamos más activos, trabajamos, atendemos nuestro hogar, hacemos deporte, realizamos nuestros hobbies, estamos en las actividades de los niños, tenemos actividades sociales y todo lo que esté a nuestro alcance. Todo esto conlleva que gastemos muchas energías y elevamos el stress.
Nuestro cuerpo es una máquina perfecta que como tal debemos cuidarla y la mejor manera es con alimentos frescos que eleven nuestro sistema inmunitario, que proporcionen minerales y vitaminas naturales. Pero con tanta actividad, muchas veces no hay tiempo para comprar estos alimentos. Hay trucos que nos permiten tener alimentos frescos y naturales por más tiempo.
Cuando realizamos la compra para 15 días o un mes siempre hay dudas si se mantendrán en condiciones hasta el momento de usar.
Este truco lo aprendí mi madre. Siendo niña veía que ella envolvía los tomates en papel periódico y las guardaba en la parte baja del frigorífico. Una vez le pregunté por qué lo hacía y su respuesta fue “así duran mucho más”.
Yo he variado su fórmula porque el periódico desprende tinta, no es saludable y las servilletas conservan igual o mejor.
Tiempo de duración: aproximadamente un mes.
IMPORTANTE No se deben colocar tomates dañados o maltratados porque inmediatamente se dañaran todos. Deben estar en perfecto estado.
Cubrir un recipiente de plástico alto en la parte baja con servilletas o papel de cocina.
Colocar uno a uno los tomates con el rabito hacia abajo. Al colocarlos de esta forma duran más.
Cubrir nuevamente con otra servilleta los tomates para colocar otra capa.
Repetir la operación hasta cubrir la altura del recipiente. Generalmente son dos capas.
La última capa cubrir con servilletas dobles cuidando que no se vean los tomates.
Preparar los tomates muy blandos y listos para usar
Seleccionar los tomates más blandos y maduros de nuestra nevera, los que si dejamos pasar hay que tirar.
Picar en forma gruesa con piel y semillas.
Colocar en una olla un poquito de aceite junto con los tomates.
Dejar cocinar a fuego medio hasta que veamos que se han ablandado.
Colocar los tomates a medio cocinar en el pasapure. De esta forma eliminamos la piel y las semillas, además de conseguir una textura perfecta de salsa.
El proceso se puede hacer de distintas maneras:
1) Desde el principio eliminar las semillas y la piel.
2) Cortar muy pequeño y no eliminar nada.
3) Quitar la piel con los tomates escaldados, partir los tomates y quitar las semillas.
Personalmente me gusta esta forma porque es más rápida, además de ser más saludable, ya que la piel y las semillas no son de fácil digestión y al cocinarlas desde el princìpio todo junto logramos que los nutrientes queden en la salsa.
Continuar cocinando por unos minutos más.
Al final agregar sal y por último una pizca de azúcar. El azúcar le quita acidez y la sal realza el sabor del tomate.
Colocar en un envase con tapa de rosca o hermético y guardar en el frigorífico para todo lo que necesite salsa de tomate.
Para que dure más tiempo cubrir con aceite completamente. De esta forma evitamos que el aire del envase dañe la salsa.
¡Hasta la próxima!
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