Anchoas caseras: cómo prepararlas con sólo 3 ingredientes!
La historia de la anchoa, como casi todas las comidas en conservas, se remonta a muchos siglos atrás. La anchoa o boquerón en salazón como producción en España data aproximadamente del Siglo XII. Consistía en la preparación del pescado fresco con sal, colocado en barriles y cuidando que estuviera en sitios muy frescos para su curación. En el Siglo XVIII comerciantes italianos se instalan en la zona de Santoña y comienza la producción mas importante de toda Europa de este exquisito producto que conserva la fabricación en forma artesanal para delicia de nuestros paladares.
Esta receta la he probado y puedo asegurar que ni la mejor anchoa de Santoña tiene nada que envidiarle. El secreto esta en el boquerón: mediano, muy fresco, que al tocarlo su carne esté dura y sus ojos muy brillantes. Para prepararlos necesitamos:
Ingredientes:
Anchoas o boquerones frescos 1 kg.
Sal marina C/N
Frasco de vidrio con tapa hermética
Aceite Oliva Extra Virgen C/N
Preparación:
Paso 1: Limpiar la anchoa quitando la cabeza y las vísceras.
Paso 2: Una vez limpias colocar sal marina en el fondo del frasco, aproximadamente 1 cm. de altura.
Paso 3: Encima del fondo de sal colocar cuidadosamente una capa de anchoas, una al lado de la otra.
Paso 4: Colocar sal cubriendo perfectamente las anchoas.
Repetir el paso 3 y paso 4 hasta el borde del frasco.
La última capa debe ser de sal.
Cerrar el frasco y colocarlo en la nevera aproximadamente 1 meses sin abrir. Una vez pasado este tiempo están lista para consumir.
Pasado este tiempo sacarlas del frasco y lavar para quitar toda la sal.
Para consumirlas sacarlas una a una con cuidado para no romperlas.
Abrir por la mitad con la mano y quitar la espina central.
Una vez divididas todas las anchoas lavar con agua filtrada.
Colocar sobre papel de cocina acomodándolas para secar y quitar restos de agua.
El siguiente paso es colocar las anchoas en un recipiente, preferentemente de vidrio, cubriendo con aceite Oliva Extra Virgen.
Se pueden comer inmediatamente o dejarlas en aceite 24 horas para que el aceite aromatice, proporcione suavidad y se fundan los sabores de forma delicada. El aceite funciona además como conservante para que no pierdan su tersura en el refrigerador o nevera.
Nota: La piel se puede quitar al momento de limpiar las espinas y abrirlas a la mitad. Personalmente me gustan con piel porque conserva el sabor más intenso.
¡Hasta la próxima!