¿Como afecta la envidia a nuestra vida?
- Lupe Soto V.
- 10 jul 2016
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 25 ene 2024
La envidia existe desde el principio de la humanidad. Según la definición literal de la RAE, la envidia es la tristeza o pesar del bien ajeno y emulación o deseo intenso de imitar e incluso superar las acciones por algo que no se posee.
La envidia es un sentimiento de dolor, tristeza, rabia, deseo intenso de poseer lo que es propiedad de otro. Produce sentimientos destructivos hacia la otra persona, deseos de quitarle lo poseído, de dañar al afortunado según su visión. Estos sentimientos producen energía negativa que es proyectada hacia la persona objetivo y envuelve su entorno. Esa energía debilita al que la recibe, se convierte en problemas, dificultades y tropiezos en sus acciones.
Hay personas que dejan de vivir su vida y se obsesionan mirando la vida del otro. Piensan que tienen más suerte, que no merecen sus triunfos y esto los lleva a sentirse inferiores. Esa situación produce inseguridad y baja autoestima cayendo fácilmente en depresión.
Existen personas con éxito que padecen este sentimiento, pero su ambición es mayor y nada es suficiente. Desean más, no disfrutan de sus logros porque ven que su compañero de trabajo, amigo, vecino o familiar obtienen algo que ellos no poseen, nada es suficiente, siempre querrán lo que tiene el otro y eso se convierte poco a poco en un problema psicológico que los destruye interiormente, crea un estado de vacío que nunca terminan de llenar.
La vida de las personas envidiadas cambia poco a poco, aparecen dificultades, tropiezos, la economía disminuye, comienza a fallar su salud y los objetivos se consiguen con más dificultad. Si el objeto de la envidia es su pareja, aparecen problemas entre la pareja debido a la energía negativa producida por el que la desea la vida feliz que él lleva. Si el objetivo es el puesto de trabajo, aparecerán problemas en el entorno laboral y si es por su economía comenzarán a disminuir los ingresos.
Mi Maestro en sus enseñanzas demostró que la fuerza de la envidia es tan poderosa que puede llegar a enfermar al que la recibe. Por ese motivo es tan peligrosa la envidia, porque la persona que experimenta esta emoción está tan obsesionada con su deseo que, aunque no lo logre para sí misma, la envidia que siente logra que la otra persona no lo tenga.
Nuestra mente es lo más maravilloso y poderoso que poseemos, la fuerza mental no tiene límites. La mente puede enfermar o curar nuestro cuerpo, puede protegernos, hacer el bien o el mal, es nuestra decisión. Con fuerza mental podemos conseguir todo lo que deseamos para nosotros o nuestra familia. El pensamiento no tiene límites ni fronteras, es una energía pura, es vibración, es voluntad, es el poder que la naturaleza nos ha dado. Por lo tanto, debemos aprender a utilizar la fuerza mental para protegernos de las energías negativas.
¿Qué podemos hacer para protegernos? Siempre, y sobre todo cuando hemos tenido éxito, cuando los logros obtenidos puedan ser objeto de envidia, debemos trabajar la mente para protegernos. La fuerza del deseo en nuestro pensamiento es tan poderosa que si trabajamos en esa idea se logra convertir lo negativo en positivo.
Mi Maestro ha enseñado una meditación u oración que repetimos en algunos momentos del día y sobre todo al tener frente a nosotros a la persona que sospechamos nos envidia, y la palabra es A JI DO, solo repetimos y repetimos, es como un Mantra. Esta meditación protegerá nuestro entorno creando un muro invisible rechazando la negatividad de la envidia, evitando que llegue a nosotros.
Hay otra forma que se practica y es proyectando la imagen de una burbuja donde colocamos todo lo que deseamos proteger. Personalmente realizo las dos, porque creo firmemente en la fuerza de la meditación y porque el solo hecho de proyectar con la mente una imagen realiza un ejercicio que atrae el positivismo y fortalece la mente.
Espero haber trasmitido lo que he aprendido para que puedan mejorar en la vida diaria.
¡Hasta la próxima!
