Empanada Gallega de Pollo: una variante con exquisito con sabor gallego
Su origen es bastante incierto, ya que los datos más antiguos datan de varios siglos antes de Cristo. En esa época la elaboración era bastante parecida a la actual tal y como la conocemos.
La empanada gallega se convirtió un plato típico de Galicia, una región situada en el noroeste de España, cuando los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago necesitaban una comida fácil de transportar y duradera para llevar consigo durante su camino.
Su importancia en la gastronomía gallega, se ve reflejada en una de las tallas del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela que data del siglo XII, en la que una de sus figuras aparece intentando comer una empanada, sin lograr comerla por tener una soga al cuello para impedir ser tragada, como uno de los castigos del infierno.
Apreciada por su textura suave, crujiente y fina una vez horneada, se elabora con carnes de cerdo, pollo, pavo, pulpo, sardinas, bacalao, atún, anguila, congrio y con mariscos como zamburiña, vieira, mejillones, berberechos y almejas.
En la actualidad esta empanada la encontramos en España y el resto del mundo.
Esta receta de hoy es una variante con exquisito sabor gallego, para satisfacer tu paladar en cada bocado.
Vamos a la receta:
Ingredientes:
Cebolla 1 U.
Pimiento rojo 1 U.
Ajo 1 diente
Salsa de tomate 1 taza
Pechuga de pollo 2 U.
Sal c/n
Pimienta c/n
Aceite 2 Cdas.
Masa de empanada 2 tapas (receta aquí)
Huevo 1 U.
Preparación:
Picar la cebolla y el pimiento pequeñito.
Sofreír en aceite la cebolla hasta que transparente.
Agregar el pimiento y mezclar.
Cuando esté blando el pimiento agregar la salsa de tomate.
Incorporar la pechuga de pollo cocinada y desmechada.
Salpimentar a gusto.
Mezclar para integrar, dejar cocinar 5 minutos y reservar.
Preparar la masa (receta aquí)y partir en dos mitades y estirarlas.
Forrar con papel de horno una fuente y colocar la primera capa de masa.
Acomodar los bordes para luego doblar y hacer el cierre.
Rellenar con la preparación aplastando suavemente para que compacte.
Cubrir con la segunda tapa de masa y recortar los bordes sobrantes cuidando de dejar para el doblez.
Cerrar hacia adentro y presionar con un tenedor para que no abra.
Pinchar con tenedor la superficie en varios sitios para permitir que salgan los vapores.
Recortar unas hojas o tiras para adornar con la masa sobrante.
Pintar con huevo para lograr un dorado perfecto.
Horno 190°C por 20 minutos o hasta que dore completamente la superficie. En ese momento estará lista. Solo debe cocinarse la masa porque el relleno está listo.
Dejar enfriar antes de cortar.
¡Hasta la próxima!
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