JALEA de vino
La jalea de vino es una exquisita combinación de los sabores afrutados del vino en una textura suave y delicada. Perfecta para acompañar quesos, carnes o simplemente disfrutar sobre una tostada. Muy fácil de preparar, elaborada de forma artesanal y sin aditivos.
La jalea de vino tiene sus raíces en las tradiciones culinarias europeas, donde el uso de vino en la cocina ha sido común durante siglos. Se cree que surgió como una forma de preservar el vino y aprovechar su sabor en diferentes preparaciones, especialmente en épocas en las que la conservación de alimentos era limitada. Francia, conocida por su cultura vinícola, ha sido uno de los países que popularizó esta delicia, combinando la producción de vino con la técnica de hacer conservas, como jaleas y mermeladas, dando lugar a un producto gourmet que resalta el sabor de los vinos locales.
Dicho esto, vamos a esta deliciosa receta:
JALEA de vino
Ingredientes:
Manzanas lavadas y troceadas 500 gr.
Agua 600 ml.
Vino tinto 1 botella
Azúcar 600 gr.
Un trozo de muselina
Preparación:
Lavar y cortar las manzanas.
Colocar en una olla las manzanas en trozos, el agua y el vino.
Cocinar a fuego medio hasta que las manzanas estén muy blandas, casi desechas.
Retirar del fuego y colar para separar el líquido de las manzanas.
Pasar las manzanas por un tamiz con una muselina y exprimir para retirar la mayor cantidad de pectina que contiene las manzanas.
Una vez extraído todo el jugo devolverlos a la cazuela limpia y agregar el azúcar.
Llevar al fuego, remover a menudo hasta que el azúcar se haya disuelto por completo.
Dejar hervir hasta que reduzca o que la jalea haya adquirido la consistencia ligeramente espesa.
Envasar en frascos esterilizados, en caliente los frascos y la jalea.
Una vez fríos etiquetar y guardar en un lugar fresco y oscuro.
La jalea de vino es ideal para acompañar todo tipo de comidas, especialmente quesos, patés, carnes, pescados, aves, para tapas, canapés o simplemente para comer con tostadas.
¡Hasta la próxima!
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