Paseo en barco por las Cataratas del Niágara
- Lupe Soto V.
- 26 feb 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 14 mar 2022
La experiencia de visitar las Cataratas del Niágara siempre asombra. No importa la estación del año: primavera, verano, otoño, invierno, si paseas caminando por el trayecto desde el puente que divide Canadá con Estados Unidos hasta la propia caída o si es en helicóptero, en globo, bajando por las escalinatas o en barco. De todas las formas y aunque se visiten infinidad de veces, siempre descubres un paisaje nuevo, una experiencia excitante.
Tal como prometí en otro post, hoy hablaré de mi experiencia de disfrutar de las cataratas desde el barco.
Llegando al sitio de embarque habrá una fila de pasajeros que el primer pensamiento es que pasarás horas antes de realizar el trayecto. Nada más lejos de la realidad. Cada 15 minutos zarpa un barco y la espera para embarcar es de pocos minutos.
Comprando los tickets te entregan un poncho con capucha para cubrirte del agua. El embarque es rápido y seguro. Tiene acceso para sillas de ruedas, se puede subir a la parte superior, a la popa o en la proa. En cualquier sitio que escojas la llovizna te alcanzará. Lo más importante es tener buena visión al llegar a la catarata, aunque al hacer el recorrido en forma circular podrás ver todo el paisaje sin problema.
El recorrido dura media hora, pero te recomiendo que no te pierdas nada, porque la experiencia es increíble.
A medida que el barco navega por el río, se siente la fuerza del agua y la lucha que hace el barco por acercarse más y más a la caída del agua.
El sonido del agua es impresionante y poco a poco se pierde la visibilidad por la neblina que forman los millones de finísimas gotas al caer.
El punto culminante es cuando el barco quiere avanzar pero ya no puede y no debe, porque estás casi debajo de la catarata. Ahí es donde sentirás que estás frente a una fuerza tan poderosa que sobrecoge.
Personalmente sentí emoción y temor. Fue inevitable, aun sabiendo que no pasaría nada, porque este trayecto lo hacen patrones de barco experimentados, los 365 días del año. El temor era por sentir la inmensidad y grandeza de la naturaleza.
Solo puedo agregar que nuestro planeta es hermoso, increíble y debemos ser respetuosos con el medio ambiente. Así pondremos nuestro granito de arena para que las futuras generaciones puedan disfrutar de este y otros lugares maravillosos.
Hasta la próxima!
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