Vuelo en helicóptero sobre las Cataratas del Niagara
- Lupe Soto V.
- 18 ene 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 ago 2021
En algún momento de la vida pensamos “quiero hacer esto o aquello algún día”. Pues bien, en mi caso varios de mis sueños son, que antes de irme de este mundo quiero lanzarme en paracaídas, montar en globo, tirarme en parapente, volar en helicóptero, visitar las pirámides de Egipto y conocer muchos rincones de la tierra.
Hay algunos de esos sueños que por mis condiciones físicas ya no podré hacer y otras dependerán de que podamos combatir esta pandemia del Covid de nuestro planeta. Será entonces cuando podré acariciar la idea de hacerlas.
Pero uno de esos sueños ya lo he cumplido: volar en helicóptero y además, sobre una de las maravillas de la naturaleza, las Cataratas del Niagara.
He visitado muchas veces Canadá y en cada viaje era casi un culto visitarlas, como si de un templo se tratase. Cada vez que las visito se me sobrecoge el alma con la belleza y majestuosidad que tienen. Las había visitado desde sus orillas, pero en el último viaje hice dos cosas: acercarme en barco hasta casi la propia caída y sobrevolarlas en helicóptero. Ambas experiencias son increíbles.
Navegar en el barco hasta llegar casi a la misma caída, con una llovizna suave y permanente que provocan las miles de toneladas de agua cayendo por milésima de segundo, sentir que el barco lucha con la fuerza de sus motores para poder mantenerse en el sitio y no ser engullido por la propia cascada es algo increíble.
La segunda experiencia: desde el aire. Solamente con el hecho de volar en helicóptero mi sueño estaba cumplido, pero además hacerlo sobre las cataratas fue lo máximo.
El vuelo es genial, con un audio guía en el idioma de los pasajeros que cuentan brevemente parte de la historia de las cataratas.
Sobrevuelan las cataratas tanto la canadiense, la famosa herradura, como la americana. Se aprecia el río Niagara que poco a poco se acerca a las caídas que se forman por la isla Goat Island y que hace una frontera natural entre Canadá y Estados Unidos.
De regreso al helipuerto, el piloto hizo demostración de su destreza realizando algunos giros que disfrutamos muchísimo y que le agradecimos poder vivirlos.
Solo puedo añadir que si tienen la oportunidad de visitar Canadá y visitan las cataratas, ojalá hagan este paseo que es maravilloso e inolvidable.
Les dejo el link de la empresa que realiza este tipo de vuelos desde hace muchos años y con pilotos muy experimentados.
Por último, ese mismo año 2019, tuve la oportunidad de hacer parasailing con mi amiga Mercedes. Pero esa experiencia se las contaré en el próximo post.
Hasta la próxima!
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